viernes, 28 de marzo de 2014

y me miró...'

Y me miró, con esa sonrisa que tanto me gusta, con esos ojos azules que le quitan el aliento a cualquiera, con su pelo revuelto por el viento. Entonces no pude negarlo por más tiempo, si, le quería, le quería como nunca había querido a nadie. Le quería como quiere una flor los rayos del sol tras un día nublado, le quería como un mendigo quiere esa limosna que le mantiene con vida, le quería como pocas personas son capaces de querer.

Y él me quería, o eso me creía yo.

Los días pasaban y vivíamos en un sueño del que no quería despertar. Pero sonó el despertador, ese amargo aviso de que todo termina y me desgarró por dentro, me dejo vacía como la cáscara de un huevo roto, como el papel que envolvía un bonito regalo.

"Eres demasiado buena para mi, te mereces algo mejor." Esas fueron sus últimas palabras, palabras que quedaron grabadas en mi pecho y me llevaron a noches en velo y lágrimas que no pude contener. Tonta de mí,que me creí cada una de esas palabras, cada una de esas disculpas cuando llegaba tarde, todo.

Tardé demasiado en verlo venir, y me arrepiento, lo único que hice fue engañarme a mí misma.
Era un día lluvioso, un día cualquiera de otoño cuando ella entró por la puerta. Era rubia, de piel clara, algo más bajita que yo. Tenía un cuerpo de escándalo y una encantadora sonrisa , sin duda era la envidia de cualquiera. Era una princesa buscando a su príncipe, y como no ahí estaba él, el chico perfecto para la chica perfecta.Porque no todo son cuentos de hadas, o si lo son no siempre somos la princesa de la que el príncipe se enamora.

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